El jengibre es una planta tropical similar a la caña de la familia Zingiberaceae. El rizoma, o tallo subterráneo, de la planta, Zingiber officinale, es una especia importante. Se cree que el jengibre es originario de Asia tropical. Se ha cultivado y utilizado en India y China desde la antigüedad. Los conquistadores españoles llevaron el jengibre por primera vez a las Indias Occidentales y México a mediados del siglo XVI. El jengibre jamaicano se considera el mejor que se cultiva en la actualidad.
Los tallos frondosos de la planta de jengibre crecen de 8 a 4 pies de altura. Las flores verdes y púrpuras nacen en racimos densos en forma de cono en tallos sin hojas. Una vez que los tallos superiores de la planta se marchitan, se desentierran las raíces.
A veces, el jengibre crudo se lava, seca y vende como jengibre negro, y otras veces se raspa y seca o blanquea con lima y se vende como jengibre blanco. El jengibre blanco tiene un sabor más suave que el jengibre negro.
El jengibre se muele y se usa en alimentos y bebidas como el pan de jengibre y el ginger ale. El jengibre se usa en medicamentos para las dolencias del estómago. El aceite de jengibre se utiliza como aromatizante de alimentos y también como ingrediente de algunos perfumes. El jengibre confitado se come como dulce. El jengibre en conserva se prepara pelando rizomas jóvenes y hirviéndolos en almíbar.
El jengibre silvestre, Asarum canadense, crece en los bosques sombreados del norte de los Estados Unidos. Es una planta baja y rastrera de la familia Birthwort. El jengibre silvestre tiene hojas en forma de corazón y flores violáceas en forma de campana. La planta no se parece al jengibre verdadero excepto por el sabor de su rizoma.