200 millones de flores repartidas en un recinto de 51 hectáreas son las cifras que caracterizan al mayor jardín del mundo, inaugurado en la localidad mexicana de Jojutla.
El jardín japonés es uno de los temáticos en los que se divide el espacio de Jojutla. Foto de Jardines de México.
200 millones de flores repartidas en un recinto de 51 hectáreas –es decir, 510.000 metros cuadrados- y una de las mayores concentraciones de especies autóctonas. Estas son las cifras que hacen que el jardín recientemente inaugurado en Jojutla –una localidad del estado mexicano de Morelos- sea el más grande del mundo.
Jardines temáticos
El ya conocido popularmente como “parque temático de las plantas" está realmente compuesto por ocho grandes jardines en los que se presentan diseños paisajísticos característicos y se agrupan diferentes especies para facilitar su cuidado.
Así, por ejemplo, en Las Cuatro Primaveras se podrán encontrar flores propias de cada estación, en el jardín Japonés plantas de extremo oriente, en el Italiano las que crecen a orillas del Mediterráneo o en el Tropical las que requieren un clima cálido y húmedo para desarrollarse -por lo que se busca recrear un espacio similar al de las selvas tropicales e incluye un orquidiario único en el país-.
La propuesta se completa con los espacios conocidos como El Laberinto de los Sentidos, Abanico de flores, una zona para las cactáceas y el jardín infantil ConSentidos. Además, el recinto albergará la primera escuela de jardinería de Latinoamérica, un centro de convenciones y diversas áreas de ocio y para realizar talleres, muestras, exposiciones y ponencias sobre todo tipo de temas relacionados con la botánica, la biología, la sostenibilidad y, en definitiva, el cuidado del medio ambiente.
Nueva concepción de ocio
Tal y como han especificado los creadores del proyecto, Jardines de México, el objetivo es, por una parte “sorprender con una nueva forma de esparcimiento y desarrollo personal" y, por otra apostar por crear un entorno en el que predomine “la sensibilidad de la naturaleza, asegurando calidad, calidez y detalles".
La entrada, que permite el acceso a todo el recinto, cuesta 275 pesos mexicanos –unos 15 euros-, con los que se quiere contribuir a concienciar a los visitantes del ejercicio de sostenibilidad medioambiental que ha supuesto la creación de este espacio, y la importancia de que sigan creándose recintos protegidos.